¿En qué consiste la práctica sexual BDSM?
El BDSM son siglas de Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Comprende un conjunto de 6 modalidades que se relacionan entre si y entran dentro de las alternativas sexuales. Esta práctica tiene como base el pleno conceso por parte de los miembros que van a iniciarla, distinguiéndose por completo del sadismo criminal.
Bondage y disciplina ¿Qué significan?
El término de bondage establece vínculos con la subordinación. En el pasado, se utilizaba para definir el vínculo que existía entre un amo y un señor. También se relaciona con ciertos elementos que provocan alguna restricción (cómo puede ser una soga o una cuerda). Actualmente, también se utiliza con significado erótico.
El término de disciplina se relaciona con prácticas eróticas compuestas por reglas, normas, castigos, protocolos, adiestramientos, etc.
Dominación y Sumisión
La dominación y la sumisión son prácticas en las que se producen intercambios de roles. Existe la figura de una o varias personas que dominan y otras que son sometidas.
Cuando se utiliza el concepto de dominación, hay una persona que tiene el rol dominante, teniendo el poder de actuar de acuerdo a su voluntad y deseo sobre otras personas que adoptan un rol sumiso. Como curiosidad, si el rol dominante lo adoptase una mujer, esto se denomina dominación femenina o femdom.
La sumisión es un término que usamos para referirnos a prácticas eróticas en las que una persona tiene el rol de un sumiso, estando bajo la voluntad de una o de varias personas. Suele llamarse esclavo/a, sumiso/a, etc.
En los teléfonos eróticos, esta práctica suele ser bastante común ya que la dominación es uno de los servicios más demandados. Mucha gente durante una paja por teléfono pide que sea tratado como si le dominaran sexualmente.
Sadismo y masoquismo
El sadismo comprende una serie de comportamientos eróticos en las que un individuo obtiene dolor a cambio de provocar dolor, humillación o incomodidad a la otra persona. Son prácticas que se llevan a cabo basándose en la confianza, y que no pueden trasgredir una serie de límites.
El masoquismo, por su parte, son prácticas eróticas en las que la otra persona experimenta dolor, incomodidad, humillación, a manos de otras personas que aceptan esta situación. De la misma manera que el sadismo, existen una serie de normas que no se pueden romper.
Aunque lo más habitual es pensar en el sadismo y en el masoquismo como dos conceptos que deben ir juntos, no se tienen que complementar entre si necesariamente.
Si queremos conocer más sobre el mundo de BDSM tan solo tendremos que investigar bastante más y abrir nuestra mente para disfrutar con nuestra pareja, o con más personas.