El juego de las prendas
¿Todavía no habéis probado el juego de las prendas?
Es uno de los juegos más antiguos que podemos encontrar en el plano sexual, aunque hay tantas variaciones que es muy posible que todavía no conozcáis este.
¿Cómo se juega al juego de las prendas?
La mecánica es sencilla: tendremos una serie de prendas y las iremos perdiendo a medida que avanza el juego. El que va fallando cada prueba se va quedando sin prenda, hasta que llega un momento en el que se queda sin ropa.
Cada participante debe empezar con sus propias prendas, y la idea es que esté igualada la situación. Es decir, no tiene sentido que una persona tenga 4 prendas y la otra 10. Lo interesante es que el número sea más o menos el mismo.
Habrá un animador que se encargará de formular las preguntas de El juego de las Prendas.
Lo interesante es que estas preguntas sean sutiles al principio y luego se vayan caldeando.
Por ejemplo, se puede empezar con preguntas del estilo: Cuenta el recuerdo más picante que tienes de tu adolescencia, o ¿Cuándo te masturbarse por primera vez?
Más adelante, las preguntas pueden ser: ¿Hay alguna fantasía sexual que nunca hayas hecho y te gustaría probar? ¿Alguna vez has deseado acostarte con la madre de un amigo?
Este animador tendrá la facultad de valorar la calidad de las preguntas y lo hará según un sistema de rondas.
El perdedor de cada ronda tendrá que “pagar” una prenda. Para que el juego progrese, las preguntas deben ser cada vez más difíciles: deben invitar a que los jugadores se desnuden, pero no solo a nivel físico, sino también a nivel mental.
¿Y qué ocurre cuando un jugador se queda sin ropa?
Significa que ha perdido el juego, aunque puede compensarlo de alguna manera.
Algunas variaciones de El Juego de las prendas dan la oportunidad a dicho jugador de que le haga algún tipo de apaño a la otra persona: este apaño puede consistir en practicarle sexo oral, o en practicar directamente sexo convencional.
Por lo general, este juego se practica tan solo en pareja como un preliminar de lo más divertido. La cosa se irá calentando hasta el punto de terminar en una práctica sexual de lo más placentera.
Si todavía no habéis probado con este juego tan especial, empezar a incorporarlo desde ya mismo en vuestra relación.