¿Cómo hacer la posición sexual de la mariposa?
La postura sexual de la mariposa es una interesante opción para que podamos disfrutar de nuestra sexualidad en lugares que nunca habríamos imaginado.
Es perfecta para aquellas personas que quieran probar con algo nuevo, con una postura que vaya más allá del clásico misionero. Y lo mejor de todo es que no solo es una buena opción para escapar de la rutina, sino para experimentar un tipo de placer mucho más intenso y prolongado.
Si ya habéis probado con las clásicas posturas de La cucharita, El Perrito o la Cowgirl, y buscáis con algo diferente, os animamos a leer este artículo:
¿En qué consiste la postura sexual de la mariposa?
Lo primero que debes saber sobre la postura sexual de la mariposa es que no es para todo el mundo. La razón de ello es que requiere de una cierta base, de elasticidad y de resistencia muscular. También precisa de una cierta técnica para llevarla a cabo de forma satisfactoria:
- Se necesitará de una superficie elevada para hacer correctamente esta postura. Podemos ser tan imaginativos como queramos. Lo más fácil de utilizar es algún tipo de mesa o sillón. La mujer se debe sentar en ella.
- Es importante conocer la ubicación exacta de la superficie en la que se debe centrar. No es necesario que sea en el mismo centro, sino que tendrá que estar más enfocada hacia el borde.
- El hombre se acercará hacia el borde y se colocará frente a ella. La mujer elevará las piernas y la colocará sobre los hombros de su pareja.
- Para iniciar la práctica sexual, la chica debe hacer un levantamiento de pelvis y asegurarse de mantenerla mientras esta dura. Este levantamiento facilita la penetración, además de lograr que la espalda permanezca recta para evitar cualquier posible lesión.
Consejos sobre la postura sexual de la mariposa
Esta postura sexual tiende a engaño, ya que puede parecer sencilla, pero tiene su dificultad. Aquí tienes 3 consejos que os ayudarán a practicarla:
- La posición es lo más importante: la elevación de la pelvis es primordial para conseguir una buena penetración. La idea es que la cadera de la mujer se mantenga elevada. Esto también sirve para que se pueda estimular el punto G con más acierto.
- Requiere de tiempo y de técnica: una de las ventajas de hacer la postura sexual de la mariposa es que contribuye a que tengamos penetraciones más profundas y, por ende, más placenteras. Sin embargo, necesitaremos practicar bastante y acostumbrarnos a la nueva sensación para disfrutar al máximo.
- Juego de manos: para conseguir mantener el ritmo, el hombre puede usar ambas manos y situarlas sobre los glúteos de su pareja. Esto también servirá para que pueda mantener el equilibrio. Sin embargo, si quiere tener las manos libres para tener algo más de libertad durante la práctica sexual, también puede aguantar el glúteo con una sola mano y usar la otra para estimular el clítoris de la chica. Esto permite que el placer se vaya incrementando hasta alcanzar el orgasmo.
Recuerda que si quieres practicar con una línea erótica amateur puedes hacerlo aquí.
¿Para quién se recomienda la postura sexual de la mariposa?
En principio, esta postura sexual está recomendada para todos aquellos y aquellas que quieran probar con algo nuevo. Es una buena alternativa para escapar de la rutina y alcanzar nuevos niveles de placer.
- Pero también resulta interesante para quienes busquen algo más y estimular el punto G de la mujer. Entre otros beneficios, les permiten tener orgasmos más intensos.
- Aquellos varones que busquen más intensidad en sus relaciones íntimas deberían probar con esta postura. Contribuye tanto a estimular el deseo, como la cantidad de sensaciones que se pueden experimentar.
- Los dos miembros de la pareja podrán ver el cuerpo de su pareja en todo su esplendor. Además, tendrán acceso directo a sus zonas erógenas sin tener que complicarse. Con estos estímulos se incrementa notablemente el erotismo.
Esta postura es ideal para probar en lugares poco habituales
Dicho de una forma vulgar, es perfecta para momentos en los que os de un buen calentón. Podríamos estar hablando de un viaje en carretera, de una fiesta, o de un lugar en donde no haya un cochón cerca. Pero también puede ser un recurso por excelencia para escapar de la monotonía.
Agrega una mezcla de excitación con un puntito de dificultad. Esto, sumando al deseo que podemos experimentar al tener sexo en lugares en dónde nos puedan descubrir en pleno acto, convertirán la postura sexual de la mariposa en algo muy especial.
¿Os animáis a probarla?